Historietistas
Un apasionado del arte
Robin Wood es un guionista de historietas paraguayo, nacido el 24 de enero de 1944. Es reconocido mundialmente por tiras cómicas como “Nippur de Lagash”, realizadas para la editorial argentina “Columba”. En este encuentro exclusivo en el bar “Piacere” (calle 50 entre 4 y 5, La Plata) con los periodistas de HistorietArte, el escritor, de larga trayectoria en este rubro, cuenta detalles imperdibles acerca de su profesión. Además, da un panorama sobre su filosofía a la hora de llevar a cabo su pasión: escribir guiones y realizar historietas junto a los dibujantes.
Por Lucas Pol
Sentado en una de las mesas del restaurante, Robin Wood, el hombre que comenzó a comer todos los días a partir de su primer sueldo, después de haber tenido una juventud y una adolescencia de vagabundaje y pobreza, habló con seguridad y confianza. A través de sus gesticulaciones y sus miradas tan particulares y graciosas, se mostró como una persona muy simpática, que valora cada uno de los momentos de su vida. Relajado y siempre con una sonrisa en su rostro, respondió cada una de las preguntas:
- ¿Cuándo te diste cuenta de que serías un guionista?
- No hay un momento específico. Yo creo que, en la vida, nadie planea un futuro. Yo pienso sólo en el mañana. Uno va viviendo, y a medida que lo hace, una cosa se encadena con otra. El camino que se piensa seguir haciendo toda la vida va cambiando constantemente. Yo soy adepto a esta manera de vivir. Creo que todo lo que planificás, no sale como vos realmente querés. La vida es un conjunto de errores, de los cuales se aprende. Yo permito que los errores vengan a mí, para seguir sumando experiencia.
- ¿Quién o quiénes te sirvieron como inspiración para llevar adelante los trabajos de toda tu vida?
- Para mí, la inspiración es algo que sale de un pozo muy profundo, desconocido por todos nosotros. Yo leía a Oesterheld y a Wright Collins. Me encantaban estos autores, pero nunca pensé en escribir como ellos. Yo sólo analizaba cómo manejaban las ideas y la humanidad de los personajes. También leía poesía. Me gusta mucho su ritmo y, gracias a ella, logré enriquecer mis relatos. Se trata de ir incorporando recursos literarios que me ayudan a escribir mejor.
- ¿Cuál es la importancia de los dibujantes en las historietas?
- En este trabajo, uno está jugando constantemente con varios aspectos. Tenemos que manejar bien la literatura, y combinar con el arte de los artistas gráficos. Para realizar una historieta, son sumamente importantes tanto los dibujantes como los guionistas. Ambos deben trabajar a la par, conjuntamente, para lograr el objetivo planteado. Por ese motivo, yo selecciono siempre a mis propios ilustradores. Les hago dibujar lo que más les gusta para que, tanto ellos como yo, disfrutemos de lo que hacemos. Necesito que los dibujantes se sientan cómodos para que tengan un buen desempeño.
- A lo largo de tu vida, has cambiado tu forma de elaborar cómics. En primer lugar, realizabas grandes descripciones en los diálogos. Años más tarde, comenzaste a hacer hincapié en las ilustraciones, las cuales tomaron mucha más relevancia. ¿Cómo fue, para vos, esa modificación?
- Para mí, fue una especie de progreso en el trabajo. Si en la historieta puede verse la apertura de una puerta, no hace falta aclararlo con palabras. Todo está dicho a través de la imagen. Son cosas que uno va aprendiendo con la experiencia. Los escritores, con el tiempo, se dan cuenta de que hay diferentes técnicas y opciones a la hora de realizar cada una de las obras literarias. A partir del reconocimiento de esta cuestión, se puede empezar a mejorar.
- ¿Por qué nunca realizaste cómics sobre los denominados “Superhéroes”?
- Me gustan mucho los seres humanos, esos que se arriesgan. Un superhéroe nunca arriesga mucho. Para mí, el ser humano es una criatura fresca, abominable, grandiosa, heroica, repugnante, y me encanta que sea así. Todo lo que sale del hombre es interesante. No tengo nada en contra de las personas fanáticas de los superhéroes que tanto triunfaron en Estados Unidos, pero suelo hacer guiones sobre héroes humanos porque, además de arriesgar sus vidas, sufren, lloran y sienten al igual que cualquier persona común y corriente. El lado grotesco es el más divertido del hombre.
- ¿Existen personajes que aún no han nacido, proyectos que están en pleno proceso?
- Hay algunos que están en mi mente. Sin embargo, como consecuencia del poco tiempo que tengo a mi disposición, no puedo llevarlos a cabo. Es importante aclarar que yo no pienso a la hora de escribir. No planeo nada, sino todo lo contrario. Me siento y comienzo con la obra. Una vez que hice la primera parte, el resto sale solo. A medida que voy escribiendo, mi cerebro va tomando y rechazando cosas para definir, de manera concreta, lo que estoy haciendo en ese momento.
- ¿Qué significa este trabajo para vos?
Yo comencé a trabajar cuando vendí mis primeros guiones a la editorial Columba. Me gusta escribir. Me apasiona, me deleita, me conmueve y me hace reír (sobre todo, cuando escribo algún disparate). Vivo con la historieta, el relato, la lectura y la música. Lo realmente importante es disfrutar y valorar cada una de las cosas que uno hace a lo largo de su vida.
- Me gustan mucho los seres humanos, esos que se arriesgan. Un superhéroe nunca arriesga mucho. Para mí, el ser humano es una criatura fresca, abominable, grandiosa, heroica, repugnante, y me encanta que sea así. Todo lo que sale del hombre es interesante. No tengo nada en contra de las personas fanáticas de los superhéroes que tanto triunfaron en Estados Unidos, pero suelo hacer guiones sobre héroes humanos porque, además de arriesgar sus vidas, sufren, lloran y sienten al igual que cualquier persona común y corriente. El lado grotesco es el más divertido del hombre.
- ¿Existen personajes que aún no han nacido, proyectos que están en pleno proceso?
- Hay algunos que están en mi mente. Sin embargo, como consecuencia del poco tiempo que tengo a mi disposición, no puedo llevarlos a cabo. Es importante aclarar que yo no pienso a la hora de escribir. No planeo nada, sino todo lo contrario. Me siento y comienzo con la obra. Una vez que hice la primera parte, el resto sale solo. A medida que voy escribiendo, mi cerebro va tomando y rechazando cosas para definir, de manera concreta, lo que estoy haciendo en ese momento.
- ¿Qué significa este trabajo para vos?
Yo comencé a trabajar cuando vendí mis primeros guiones a la editorial Columba. Me gusta escribir. Me apasiona, me deleita, me conmueve y me hace reír (sobre todo, cuando escribo algún disparate). Vivo con la historieta, el relato, la lectura y la música. Lo realmente importante es disfrutar y valorar cada una de las cosas que uno hace a lo largo de su vida.
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