El Eternauta
Huellas
de la invasión
La investigación llevada a cabo por el antropólogo Horacio Funes, quien afirma que la invasión alienígena narrada en El Eternauta fue en realidad un hecho verídico, se ganó un pabellón completo de Comicópolis. La exposición dejó excelentes críticas y en esta nota te contamos de qué se trató:
Por Nicolás Zalazar
El
stand Huellas de la Invasión sorprendió a todos los que asistieron al evento de la historieta realizado en Tecnópolis, hayan sido fanáticos de la famosa saga o no. Fotos, esculturas, trajes y maquetas fueron la representación afuera de las páginas del fenómeno narrado por Oesterheld, El Eternauta. Alojada en un salón
aparte de los pabellones A y B empleados para los distintos expositores, la
estética de la muestra dejaba pasmado a cualquiera que pasara por el frente, y
para los corajudos curiosos que entraban a la exposición, esperaban adentro las
representaciones de los personajes más terroríficos de la conocida saga.
Las paredes estaban
adornadas con las pruebas de la investigación de Funes. Una mano con 14 dedos
distribuidos de manera extraña, el esquelético cráneo del Gurbo, y en el fondo
del stand, una sala cerrada donde se proyectaba el video que sirvió como fuente
para dar inicio a la investigación fueron las pruebas visibles de que los humanos no fueron los únicos que habitaban Buenos Aires en 1963.
Además de las pruebas, acompañaban a la exposición las figuras de los personajes del Eternauta, recreados a tamaño real y con las características máscaras que les impedían morir intoxicados. Un tanque de guerra siendo destruido por los escarabajos voladores gigantes le daba a la muestra una impactante atmósfera de realismo.
Quedará en uno decidir si creer o no en el antropólogo, pero las pruebas son contundentes y a través de los años El Eternauta demuestra ser una obra que no pasa de moda y cuya historia tiene cada vez mas semejanzas con la realidad.
Además de las pruebas, acompañaban a la exposición las figuras de los personajes del Eternauta, recreados a tamaño real y con las características máscaras que les impedían morir intoxicados. Un tanque de guerra siendo destruido por los escarabajos voladores gigantes le daba a la muestra una impactante atmósfera de realismo.
Quedará en uno decidir si creer o no en el antropólogo, pero las pruebas son contundentes y a través de los años El Eternauta demuestra ser una obra que no pasa de moda y cuya historia tiene cada vez mas semejanzas con la realidad.
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